Buenos días,
cada vez se acercan más las prácticas y quizás, ¿quién sabe?, un puesto de trabajo en la docencia. Por ello quería compartir con vosotros este vídeo que la mayoría conoceréis. Se trata del videoclip de la segunda parte de another brick in the wall del grupo británico Pink Floyd (https://www.youtube.com/watch?v=PDl6iuku_mw).
En el vídeo se muestra cómo era una clase en los años 50 y los pensamientos de uno de los alumnos con respeto al profesor y a la escuela. En un momento concreto el profesor descubre que dicho alumno tiene poemas en su cuaderno. Se mofa de él ante el resto de estudiantes y le castiga por perder el tiempo así.
Está claro que nosotros no golpearíamos a nuestros alumnos ni les someteríamos al escarnio público, pero ¿hasta qué punto el sistema de enseñanza actual censura esa creatividad en los chicos? Tradicionalmente la herramienta principal en el aula es el libro de texto y el sistema de evaluación el examen escrito u oral encorsetado a ese libro de texto. La creatividad es inconcebible en ese sistema.
En la educación en España, actualmente, se exigen unos contenidos mínimos y unas competencias concretas a las que todos deben llegar, pero realmente dentro de esos objetivos ¿hay cabida para la originalidad y la creatividad del alumno? Puede que un estudiante sea genial dibujando y su forma de expresión sea mejor en el ámbito pictórico que el lingüístico; del mismo modo se puede hablar de la música ya sea con un instrumento o cantada. Algunos profesores permiten que sus alumnos realicen esas tareas con otros sistemas diferentes a la expresión escrita, pero normalmente se evalúan como trabajo complementario y por lo tanto subordinado.
Poco a poco se va homogeneizando a los alumnos hasta que se consiguen individuos iguales, donde los elementos que les diferencian se van reduciendo a través de la educación.
En el vídeo se muestra cómo era una clase en los años 50 y los pensamientos de uno de los alumnos con respeto al profesor y a la escuela. En un momento concreto el profesor descubre que dicho alumno tiene poemas en su cuaderno. Se mofa de él ante el resto de estudiantes y le castiga por perder el tiempo así.
Está claro que nosotros no golpearíamos a nuestros alumnos ni les someteríamos al escarnio público, pero ¿hasta qué punto el sistema de enseñanza actual censura esa creatividad en los chicos? Tradicionalmente la herramienta principal en el aula es el libro de texto y el sistema de evaluación el examen escrito u oral encorsetado a ese libro de texto. La creatividad es inconcebible en ese sistema.
En la educación en España, actualmente, se exigen unos contenidos mínimos y unas competencias concretas a las que todos deben llegar, pero realmente dentro de esos objetivos ¿hay cabida para la originalidad y la creatividad del alumno? Puede que un estudiante sea genial dibujando y su forma de expresión sea mejor en el ámbito pictórico que el lingüístico; del mismo modo se puede hablar de la música ya sea con un instrumento o cantada. Algunos profesores permiten que sus alumnos realicen esas tareas con otros sistemas diferentes a la expresión escrita, pero normalmente se evalúan como trabajo complementario y por lo tanto subordinado.
Poco a poco se va homogeneizando a los alumnos hasta que se consiguen individuos iguales, donde los elementos que les diferencian se van reduciendo a través de la educación.
¿Queremos que nuestros alumnos se conviertan en personas sin rostro ni personalidad parte de una masa anónima? en mi caso, NO.

Muy interesante, Alex...
ResponderEliminarSaludos,