Cuando reflexiono sobre la clase de ayer lo primero en lo que pienso es en el método, en la importancia que tiene seguir una serie de pasos para llegar a un fin -vídeo o lo que fuere-, que es vuestro, pero también es mío y donde, por tanto, vuestro éxito es el mío (o viceversa). Método es un término que dice mucho y dice poco al mismo tiempo. Es muy indefinido y no hay recetas mágicas. Pero te marca una ruta, un camino que te va acercando al objetivo final. En la aplicación de cualquier método hay dos factores que me parecen esenciales: 1) establecer pasos/tareas a muy breve plazo y 2) saber que sólo con esfuerzo se consiguen las cosas. Y hacer, hacer, hacer, lo que en vuestro caso se traduce ahora en leer, investigar, pensar, etc. Más adelante hacer será comenzar a ejecutar y poner en práctica todo esto.
Hay un dinámica emocional dentro del Máster que no os ayuda en nada. Muchos de vosotros, los alumnos del MFP, estáis enfadados, disgustados o decepcionados con lo que se está haciendo en esta parte del Máster. Lo digo principalmente por lo que pude detectar en vuestro sorteo de centros y por algunas conversaciones que he mantenido con alumnos de Historia a los que conozco de años anteriores, no tanto por la clase. La cuestión o el debate para mi no es si lleváis razón o no. Lo esencial es que la negatividad se suele transformar en resistencia y con esto es más difícil ver las cosas buenas que os podéis llevar del MFP, que algo habrá, digo yo. Y hoy es el MFP pero mañana pasará algo similar con el sistema de oposiciones, con la institución que os contrate, con los padres o con vuestros propios alumnos. Entiendo que tal dinámica no os apoya a la hora de conseguir algo que es decisivo para ser un buen profesor: ser feliz con la actividad que desarrolláis, que principalmente será ayudar a los demás antes incluso que enseñar, que es un paso posterior.
¿Qué os parece si hacemos un miniseminario de 10-15' en torno a esto el próximo jueves después de clase? Por supuesto es completamente opcional, lo que no quiere decir que no sea importante.
Ya Baden Powell lo dejó bien claro en su día... "el chaval es el protagonista de su propio aprendizaje. La figura del guía es meramente la de acompañar al chaval en la construcción de su propio aprendizaje".
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